I traveled to Portugal in 2015 with an analogic camera that belonged to a friend's grandfather. I was excited about using it. It was a very lovely trip, however, walking through these two amazing cities (Lisboa and Oporto) I could feel the effects of the financial crisis between its walls. It was a kind of sadness and a feeling of surrender, from a country that wanted to rise, but had to wait.
Viajé a Portugal en 2015 con la cámara analógica del abuelo de un amigo. Me hacía mucha ilusión fotografiar el país con ella. Fue un bonito viaje, aunque, mientras andaba por las calles de Lisboa y Oporto, todavía podían sentirse los efectos de la crisis económica. Había una atmósfera de tristeza y de rendición por parte de un país que quería crecer, pero tuvo que esperar.